Origen:
El romero es un arbusto medicinal pequeño de hojas resistentes que crece en el sur de la cuenca mediterránea y al norte de África. Su nombre proviene de «ros» y «marinus» que significa «rosa marina», en alusión a su origen en el litoral mediterráneo. Existen variaciones de la especie Rosmarinus officinalis que se caracterizan por sus distintos quimiotipos: alcanfor, cineol y verbenona.
El romero se usa tanto en cocina como en medicina natural (en aceite esencial con propiedades estimulantes, en unguentos, en productos de higiene, entre otros).
Extracción:
El aceite esencial de Romero se obtiene por destilación de sus sumidades floridas. Su aroma de salida es fuerte, acabando con notas dulces y melosas.
Propiedades:
El romero es antiséptico, estimulante y tonificante. Se recomienda para las afecciones respiratorias, en el tratamiento de resfriados, gripe o asma.
En aromaterapia, el romero está indicado como energético natural gracias a su acción vigorizante. Contribuye a aclarar la mente y refuerza la memoria, además evita la somnolencia, ayuda a la concentración, el entusiasmo y la creatividad.
Esta planta adhiere propiedades antisépticas y antiinflamatorias que ayudan a eliminar las bacterias o gérmenes que puedan proliferar en la superficie cutánea, por tanto es excelente en casos de acné. También destaca por sus propiedades regenerativas para el cuidado del cabello.
al aceite esencial romero se le atribuyen propiedades anticatarral, descongestionante respiratorio, antisépticas y antiinflamatorias.
Precauciones:
Se recomienda diluirlo en un aceite o base conductora: aceite de oliva, aceite de almendra, entre otros.
No utilizar aceite esencial de romero en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, tampoco se recomienda su uso en niños menores de 3 años y en personas con enfermedades crónicas.
Mantener el frasco bien cerrado, fuera del alcance de los niños, lejos de la luz, en lugar fresco y seco.
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